Ha quedado demostrado, una vez más, que sindicatos que dicen defender a los obreros, como UGT, han vuelto a dar la espalda a los trabajadores para apoyar los intereses de partidos políticos. En un primer momento se llama a la movilización y mas tarde se olvidan de los trabajadores para apoyar la postura que más interesa a una u otra opción política.
Los trabajadores sufren con más dureza la globalización, al querer la dirección de la empresa mandar el 80% de la producción a países de fuera de la Unión Europea. Esta deslocalización afectará negativamente el futuro de la comarca, que ya es una de las zonas que más sufre la crisis de Europa, mientras el Ayuntamiento mira hacia otro lado y no hace nada para evitar este desastre.