
El campeón señala el claro ejemplo de discriminación que realizan los políticos con los españoles, en este caso, en el deporte pero lo podemos ver también en el trabajo o las ayudas sociales. Los españoles nos alegramos de los éxitos de nuestros deportistas, pero no de los éxitos de los mercenarios que visten nuestros colores. Esa sutil diferencia ya se ha visto reflejada en otros países donde la insistencia por importar deportistas y no favorecer la cantera local ha traído la división entre la sociedad y los deportistas, como ha pasado con la selección francesa.