La Ley de Morosidad, reformada hace unos meses por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, establece que el pago de las administraciones públicas a sus proveedores deberá hacerse a partir de 2013 a 30 días. El Gobierno ha dado una serie de plazos transitorios, el actual, que estará vigente hasta el 1 de enero, sitúa el tope máximo para los pagos en 55 días. A partir de 2011 el tope será de 40 días y a partir de 2013 de 30 días.
Evidentemente el Gobierno de Cantabria no cumple los topes máximos exigidos que son los 55 días llegando a pagar a 709 días como ocurre en el Sistema Sanitario. El Frente Nacional cree necesario recordar que el 67% de los cierres en los últimos 3 años se deben a la falta de liquidez provocada por los impagos y retrasos en el cobro de facturas. Si a eso añadimos que no hay ni un solo Ayuntamiento que cumpla la Ley de Morosidad podemos asegurar que la nueva ley no sólo no ha conseguido frenar o disminuir los períodos de pago sino que se han ampliado y de no poner freno en 2011 muchos autónomos y empresas tendrán que echar el cierre por culpa de la Administración.
La actual crisis económica ha sacado a la luz la lamentable gestión de nuestra casta política y, como el pirómano no es capaz de apagar el fuego, nuestros políticos son incapaces de encontrar salida a esta situación, mientras continuan gastando superfluamente y con total desparpajo como si no les incumbiera la situación que ellos han creado.
Evidentemente el Gobierno de Cantabria no cumple los topes máximos exigidos que son los 55 días llegando a pagar a 709 días como ocurre en el Sistema Sanitario. El Frente Nacional cree necesario recordar que el 67% de los cierres en los últimos 3 años se deben a la falta de liquidez provocada por los impagos y retrasos en el cobro de facturas. Si a eso añadimos que no hay ni un solo Ayuntamiento que cumpla la Ley de Morosidad podemos asegurar que la nueva ley no sólo no ha conseguido frenar o disminuir los períodos de pago sino que se han ampliado y de no poner freno en 2011 muchos autónomos y empresas tendrán que echar el cierre por culpa de la Administración.
La actual crisis económica ha sacado a la luz la lamentable gestión de nuestra casta política y, como el pirómano no es capaz de apagar el fuego, nuestros políticos son incapaces de encontrar salida a esta situación, mientras continuan gastando superfluamente y con total desparpajo como si no les incumbiera la situación que ellos han creado.