El Frente Nacional considera que el puerto de Santander está tocando fondo y esta situación es ya insostenible. El que fuera puerto de referencia del Cantábrico es hoy un enfermo agonizante, abandonado por el Gobierno Central y reducido por el Gobierno Regional a mera agencia de colocación.Sin duda el paso del clan Pesquera, que continúa siendo Vocal, ha sido un hándicap por el que el puerto de Santander no ha podido levantar cabeza; el trasiego de Pesquera y Del Olmo de Asturias a Santander, según nuestro vecinos se iban librando de ellos, para terminar con Christian Manrique, delfín del anterior consejero condenado por la Justicia, ha significado la ruina de nuestro puerto. La incompetencia y la desidia han dado lugar a que mientras los puertos de las regiones vecinas han ido mejorando, recibiendo inversiones y ampliando negocio, el de Santander tiene cada vez menos entradas y menos volumen de negocio, por no decir que para el Ministerio de Fomento no parece que exista.
El Puerto de Santander ha sido gestionado como una finca particular, sin más criterio que el político y, por tanto, el actual estado de cosas no puede ser de otra manera.
Sirvan como ejemplo las tres principales apuestas de la autoridad portuaria estos últimos años, que sólo sirvieron para rellenar algunos titulares de prensa.
La construcción de la Terminal de carbón, con la que se pretendía acabar con el problema de los vecinos de Castilla- Hermida por el polvo del mineral, y que contó con un presupuesto de nada menos que 50 millones de euros, que supuso la modificación del trazado de la vía ferroviaria, de servicios eléctricos y de saneamiento y que al poco de comenzar a ser operativo vio como el puerto de Gijón se llevaba el negocio del carbón.
38 millones era lo presupuestado para la terminal agroalimentaria, una de las más avanzadas del mundo, con una importante ventaja competitiva respecto a otros puertos del norte, con la salvedad de que tenía que estar terminada para finales del 2009, y de momento, sigue en construcción.
Hace un año se estrenaba una línea semanal con puertos de los Países Bajos para el tráfico de contenedores que supuso una inversión de más de dos millones de euros, o eso se anunció, porque hasta la fecha sólo entra un barco los domingos y con dos contenedores, cuyo contenido es mejor no divulgar. La línea, la continúa gestionando Bilbao.
El Frente Nacional estima que la dirección del Puerto de Santander debe regirse por principios estrictamente mercantiles y propone que su gestión sea puesta en manos de profesionales que reciban sus emolumentos por objetivos conseguidos en lugar de estar a la sopa boba, como en la actualidad.
