Retomamos la historia en septiembre cuando abro la puerta de la sede de Falange en Santander. El local estaba situado en las escaleras que suben desde Camilo Alonso Vega a la Calle de Valencia, concretamente en el último rellano. Ahora es un colegio de arquitectos creo recordar. Las enormes cristaleras estaban cubiertas por un enrejado de metal. Al abrir la puerta me encontré con un gran local de dos plantas y varias mesas donde grupos de personas mayores jugaban al domino o a las cartas. Entre hasta dentro y como nadie me prestaba atención me entretuve mirando las corcheras donde se dejaba la información pertinente. No me acuerdo cuanto tiempo paso, pero por suerte termino una partida de domino y el encargado del bar se levantó a atenderme. El camarero me dijo que esperase a Néstor P. B. que era el que se encargaba de esas cosas y que venía sobre las ocho de la tarde. Tras eso volvió a su partida de domino dejándome abandonado. Podemos ver similitudes con mi situación cuando en el Club de la Lucha los aspirantes a entrar en el Proyecto Mayhem se quedan esperando en el puerta a que les admitan, es cierto que yo no tuve que estar días ni aguantar insultos pero el tiempo que pase de espera se me hizo tedioso y el sonido de la pieza de domino al golpear la mesa odioso. No me imagino cuantos no pasarían la prueba.

Cuando realice mi afiliación estaba de Jefe Territorial de Cantabria J. A. Torralbo. La tensión del Congreso Nacional del 95 había pasado. Cantabria se había declarada adscrita a Gustavo Morales, pese a un intento de “golpe de estado” por parte de los fieles a Diego encabezado por Maravi y Camporredondo. La organización estaba volcada en el proceso judicial y en las próximas elecciones generales de marzo de 1996 donde se aspiraba a presentarse bajo el nombre de FE-JONS y así dar un golpe de fuerza en el espinoso asunto de las siglas.
Por lo demás la actividad política de la provincia estaba sumida en una inmensa placidez, partidas de domino, cenas y poco más era la tónica general de la organización. Pero como ya he dicho las fuerzas renovadoras desencadenadas en el congreso nacional del 95 iban a llegar a Cantabria. Teniendo como principal adalid de la reforma de la organización a el citado Néstor en esta provincia. Sobre la apatía en política es común entre las nuevas generaciones achacarla a la gente de mayor edad, pero yo nunca he visto la diferencia entre que en el local se bebiesen vasos de vino y se jugase al domino o en la actualidad en que los jóvenes se juntan para charlar y tomar zumosoles o cervezas. Organizaciones como las nuestras tiene que estar en perpetua ebullición de ideas, actividades y proyectos sino el camino es el mismo que hemos visto en estos últimos 30 años la inutilidad política. Aunque algunos confunden la política con un club para hacer amigos y así nos va…