Que Ignacio Diego no se atreva a poner el caso en manos de la fiscalía evidencia que el PP es parte del problema y no de la solución. Es ilógico que ante una actitud lamentable y con claros indicios de malversación de caudales públicos todo se limite a vana palabrería y abandono de obligaciones políticas para que el asunto se olvide lo más rápidamente posible. Es necesario que se proceda a pedir las correspondientes cuentas a una casta política acostumbrada a salir impune y en muchos casos no pasar por el juzgado, por su nefasta gestión de los recursos públicos.
Para el Frente Nacional no hay mayor delito que estafar a la comunidad y abusar de los recursos públicos para beneficio personal, y debe ser perseguido y sancionado con la mayor dureza posible, y no vale entonar un mea culpa en el Parlamento o largar un discurso moralista si después se permite escapar impunes a los corruptos.
El Frente Nacional espera que la Fiscalía actúe con premura en este caso al considerar que situaciones como esta generan una alarma social considerable. Mientras, el PP con Ignacio Diego a la cabeza, puede continuar dándose golpes en pecho para intentar encubrir su cobarde actitud con la corrupción que no se atreve a denunciar donde hay que hacerlo de verdad, que es en los Juzgados y no en el Parlamento