El Frente Nacional rechaza rotundamente el juego que se traen entre manos los candidatos de los distintos partidos rivalizando entre ellos en ver quién es más pobre. La tomadura de pelo que supone para los ciudadanos si el coche del Alcalde de Santander es mayor de edad o si el piso de Revilla es suyo o de su consorte o si los bolsillos de la señorita De Diego son de cristal de Murano o no, da muestra del absoluto distanciamiento del pueblo de la clase política que se ha instalado en nuestras instituciones. Esto sólo es concebible en el plano del pitorreo con el que los distintos partidos se toman al elector al que citan cada cuatro años para que, con memeces de esta altura, sirva de coartada a sus manejos. Lo que los candidatos deben hacer es practicar la transparencia en la gestión pública, consintiendo auditorías para que no quede lugar a la duda. Todo lo demás son brindis al sol y desprecio al ciudadano.
