

En esta ocasión, el centro de la exposición lo ocupó el puntual asunto de la pretensión del conocido constructor Rotella de construir un gran centro comercial en el solar de las Cachavas a pesar de su imposibilidad según el PGOU vigente en el momento. Solar cedido en los años 50 por el Ayuntamiento al Puerto para la construcción de un edificio de usos para el MOP, había cinco años para la ejecución del proyecto y, en caso de no llevarse a cabo el Consistorio podría pedir su reversión, cosa que no se hizo. En 1990 el Director de Puertos y el Alcalde de Santander llegan a un acuerdo para

A partir de ahí, Rotella, que había comprado el solar en quinientos veinticinco millones de pesetas y pretendía que el Ayuntamiento se lo expropiase en cinco mil millones tres años después, una vez conocido que no podría construir su centro comercial se vio agraciado con la construcción y explotación del parking subterráneo de carácter privado, para lo que se le cedió suelo y subsuelo público a camb

Por estos motivos Hormaechea fue condenado por perjudicar al constructor Rotella, por no dejarle construir donde la ley no lo permitía y evitar que oscuros manejos lo hubiera hecho posible.
A preguntas del público Juan Hormaechea hizo un repaso de las actuaciones por las que también fue condenado y de la indefensión que ha padecido ante una Justicia que confundida entre intereses políticos y económicos rechaza sistemáticamente sus más que fundamentadas querellas y recursos.



A su vez defendió la necesidad del Jurado Popular para evitar la impunidad de las actuaciones judiciales o como mínimo una segunda instancia de amparo.
Por otro lado reconoció su identificación con muchos de los puntos del ideario del Frente Nacional, sobre todo en el tema de la inmigración descontrolada y masiva.