
A nadie se le escapa que el Servicio Cántabro de Salud funciona cada vez peor, que se está tratando de paliar el déficit que produce la sanidad cántabra con reducción de personal y de medios que, unido ahora a la bajada de salarios tras el impuesto revolucionario aprobado por Zapatero y su gobierno, va a redundar en un peor servicio al usuario y a situaciones nada edificantes entre personal sanitario y pacientes, con esperas en Urgencias de hasta tres horas por culpa de un gobierno al que la transferencia de la Sanidad le ha venido grande.
Esta es la realidad, la Sanidad de calidad es un reto que una comunidad como la nuestra no puede sostener con garantías pero no faltan irresponsables que con todo siguen pidiendo más transferencias de todo tipo como solución a la crisis y a la competencia desleal que supone el Concierto Económico Vasco.