ETA Y LA CADENA PERPETUA

En fecha reciente El Mundo en Cantabria publicó una tribuna en la que el Ex Presidente Regional, Juan Hormaechea, proponía la modificiación del Código Penal e incluso la Constitución, si era necesario, con el fin de garantizar la efectividad de la lucha contra ETA. El Frente Nacional lleva reclamando estas medidas desde su creación. es hora de dejar de lado declaraciones huecas, hechas para salir del paso, sin que realmente se dé ninguno efectivo para su realización. Creemos que esta dejación se debe a la esperanza que tienen los partidos de llegar a acuerdos políticos con la banda mafiosa, a sabiendas del coste que tamaño desafuero llevaría aparejado. Compartimos la opinión del Sr. Hormaechea de que no solamente hay que dejar claro a ETA que no habrá ningún tipo de acuerdo o cesión, sino que aquellos integrantes de la banda con delitos de sangre o causantes de estragos que ingresen en prisión cumplirán integramente sus condenas, sin posibilidad alguna de indulto o beneficio penitenciario, así como la no prescripción de las responsabilidades económicas a que tuvieran que hacer frente. Se trata de dejar claro al delincuente que ingresa en ETA que será toda su vida eso, un delincuente y nada más. Desgraciadamente, por el carácter de no retroactividad de las leyes, buena parte de los más viles asesinos de la banda seguirán beneficiándose del actual marco jurídico, bastante benigno con estas hienas, por ello no debe perderse un minuto más

Exigimos a la clase política que se ponga manos a la obra con esta auténtica demanda social, que se puede extender a los crímenes contra sectores indefensos como la infancia. Es inaplazable para este tipo de delitos la aplicación de la cadena perpetua, sin posibilidad de indulto y con revisión a los treinta años.

Medidas como ésta son las que verdaderamente harían justicia a las víctimas del terrorismo, postergadas por unos, utilizadas por otros y ninguneadas por todos.

Por último, agradecer la valentía, de la que siempre hizo gala en su vida política, de Juan Hormaechea, por abordar sin complejos una cuestión en la que toda la clase política practica la táctica del avestruz.