El caso Mirones empieza a salpicar a una clase política cántabra que intentaba ocultarlo debajo de la alfombra con el objetivo de que no saliesen a la luz las irregularidades y componendas que existen entre los políticos y las empresas que se relacionan con Mirones, Presidente de la CEOE.Los contratos de adjudicación directa repartidos entre varias consejerías o entre varias empresas del supuesto grupo de Mirones para saltarse la Ley de Contratos del Sector Público es cuanto menos sospechoso y requiere explicaciones por parte del Gobierno y la investigación de la Fiscalía. Es necesario que se depuren las responsabilidades legales de cualquier mal uso del dinero público ya que los ciudadanos estamos cansados de que se solucione todo con golpes de pecho de moralina en el Parlamento de Cantabria; quien se salte la ley debe pagar por ello y los políticos, aunque piensen los contrario, no están por encima de la ley.
El Frente Nacional reconoce que a algunos les ha sentado a cuerno quemado la denuncia que hemos presentado ante la Fiscalía ya que saben que no jugamos al mismo juego que la casta política y no tenemos ningún muerto en el armario por el cual nos puedan amenazar. El Frente Nacional llegará hasta el final en el caso Mirones y exigirá que se cumpla la ley y se sancione a quien se tenga que sancionar, caiga quien caiga.
Para empezar la Vicepresidenta Dolores Gorostiaga, junto con el tránsfuga Ángel Agudo, ha sido unos de los principales valedores políticos de Mirones. Se deberían despejar las dudas sobre si tienen alguna relación empresarial, directa o indirecta, con Mirones y quien pagó la carpas de Vioño y el lunch en la fiesta de cumpleaños de ese día. Resolver estas dudas que tiene la opinión pública entre otras muchas debería ser una prioridad y si los políticos no quieren hacerlo la Fiscalía debiera investigar en ese sentido.
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