Hablar sobre el pasado no es un asunto baladí y más si quieres hacerlo con un mínimo de rigor ante los hechos pasado. Concordar fechas con recuerdos se hace complicado y cuanto más pasa el tiempo peor. No tengo claro el momento en que de joven me decanté por un sector ideológico y no por el contrario. Tampoco puedo echar la culpa a influencias familiares o tradiciones adquiridas. Mis primeros recuerdos son la lectura de las Obras Completas de José Antonio en la biblioteca Menéndez Pelayo de Santander. Por aquellos años o no existía internet o no estaba a disposición del vulgo por lo que la biblioteca era el lugar ideal para buscar lecturas alternativas a los libros de texto que como no explicaban la historia a su manera. Esa fue la primera aproximación y con ella quiero aprovechar para desterrar un mito o más bien un estereotipo sobre que los ultras somos gente poco dado a la cultura, creo sin temor a equivocarme que cualquier personaje del mundillo ha leído más libros que la media de los españoles. Y lo que es más importante la dificultad para encontrar esos libros disidentes tiene el doble de valor ya que en todas las librerías podemos encontrar El diario de Ana Frank o El capital de Marx pero no podemos decir lo mismo de las OCJA o el Discurso a las Juventudes de España de Ramiro Ledesma o libros similares que son, o eran hasta la llegada de internet, difíciles de encontrar.
Parece ser que parte de la culpa de que el Congreso se declarase invalido fue un miembro de la delegación cántabra. En aquellos tiempos los estatutos de la organización eran bastantes presidencialistas y fue necesario urdir rocambolescas estrategias para podes descabalgar a Diego Márquez. Como podéis observar fue un Congreso Nacional muy animado en que se cometieron traiciones y salieron a relucir los puños, que yo sepan no las pistolas, en múltiples ocasiones. Resulto que un miembro de la Delegación de Cantabria, Alfonso J. , al ser el compromisario más joven le toco en la mesa presidencial, dicho caballero posteriormente fundo DN en Cantabria, y en la algarada generaliza que se produjo tras que por votación saliera elegido Gustavo Morales se le olvido firmar para cerrar el acta. Este hecho produjo que cuando salieron los vencedores a celebrarlo los fieles a Diego volvieran a celebrar la votación y provocando que el nombre de FE-JONS entrará en proceso judicial. No se a ciencia cierta si está historia es cierta, pero no la descarto ante la caótica situación que atravesaba la organización.
Pues bien en está falange exótica de Gustavo Morales, el Trosko, El Zurdo*, M. Hedilla, J.A. Aguilar, M.A. Vázquez, etc… me afilie en septiembre del 95. Curiosamente mi afiliación fue el proceso de otro de los males atávicos que sufre la falange. Que nadie distingue entre los apellidos de las varias organizaciones que tienen como nombre falange. En verdad la publicidad que me llevo a acercarme por el local era de la FEI (Falange Española Independiente). Más tarde me entere que unos militantes de dicha organización de Valladolid se habían dedicado a poner por Santander en un fin de semana dichos carteles.
Como podéis observar hemos enumerado unos de los fallos atávicos y que parecen imposibles de superar, que atenazan el mundillo azul, constantes crisis internas, desidia organizativa e imposibilidad de crear marca entre las múltiples organizaciones que tienen nombres similares. Pese a ello, como veremos a continuación, entre a militar en Falange en una época en que se aspiraba a solucionar estos problemas y poner a la organización a la altura de los grandes partidos parlamentarios. La epoca de Gustavo Morales.
* Fernando Márquez Chinchilla, más conocido como El Zurdo, es un cantante, escritor y pensador español. Editaba una revista llamada El corazón del Bosque, revista para otra gente que se anunciaba en el Nosotros y demás revistas azules, ese fue mi error. Evidentemente no militaba en ese momento en Falange, ni lo hizo en el pasado. Eso si apareciendo en el video electoral de 1987.
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